The Internet’s Own Boy

Este es un documental biográfico que trata acerca de la vida de un genio, Aaron Swartz, desde el comienzo de su vida hasta su muerte a los 26 años. Él era un programador y activista de información que dejó marcadas a muchas personas con sus innovadoras ideas e inventos y, con su corta vida, supo llegar a sus corazones de maneras distintas.

     Desde una edad muy temprana, mostró curiosidad por aprender cosas nuevas y, además, transmitirlas a los demás. Le gustaba enseñarles cosas a sus hermanos y a sus padres. Algo que le llamó la atención desde muy chico fueron las computadoras y la programación. Era fan de todo esto y decía que con la programación podía crearse lo que quisiera y él así lo hizo.

     Así fue como comenzó todo. Con su primer computadora y curiosidad inmensa. Trataron de llevarlo a la escuela pero muy pronto se dio cuenta de que no era lo suyo y que podía aprender independientemente por lo que la dejó y se dedicó a sí mismo y a lo que le gustaba. Empezó a crear páginas de internet, a darles consejos a los expertos acerca de programación y así, nutrió su pasión.

     Con el paso del tiempo, Aaron se dio cuenta de que a la población se le privaba mucha información, por ejemplo artículos científicos. El gobierno controlaba los flujos de información escondiendo dichos artículos de la gente, con lo que él estaba totalmente en contra. Leyó información secreta, o que se tenía escondida; nunca se supo si quería publicarla para toda la gente pero eso ya no se supo jamás. Antes de que pudiera hacer algo más, fue muy presionado por el FBI y por el gobierno.

     Se utilizó al poder económico poniéndole multas muy elevadas y quitándole todo el dinero que había hecho a lo largo de los años; el coercitivo porque lo dejaron en la cárcel; el político porque el gobierno se metió. Swartz y sus seguidores intentaron resistirse a estos pero con el tiempo, fue tanta la presión que optó por el suicidio.

     Creo que este documental es muy interesante por todo lo que implica. Incluye el tema de hackers, seguridad, e información escondida a la población lo cual nos lleva a pensar, ¿cuántas cosas no sabremos con certeza y ni siquiera nos dan el poder de investigar acerca de esto? Hoy en día, la libertad de expresión es un derecho humano pero a Swartz lo único que le pasó por ejercerla fue llegar a la tumba. Con esto reflexioné que sí hay libertad de expresión siempre y cuando no hables de gobierno, lo critiques, saques a la luz sus defectos, entre otras. Aaron falleció apenas en el 2013 pero creo que lo mínimo que podemos hacer para que valga esto, es seguir luchando por ese saber extra. Por tener derecho a la verdad y a la libertad de decir y reflejar lo que uno siente y quiere transmitir al otro.